Vela, actividad
lúdica y deportiva en la que se utilizan barcos o navíos
que son impulsados por la fuerza motriz del viento, por medio
de velas, o por un motor (interno o externo al casco, lo que
se denomina intraborda o fueraborda respectivamente).
Historia:
Los primeros navegantes fueron, probablemente, los pescadores
de la época prehistórica, que disfrutaban de
su tiempo libre navegando o compitiendo con sus embarcaciones
de vela. Barcos de recreo suntuosamente decorados fueron mantenidos
por las clases privilegiadas de las antiguas civilizaciones
de Egipto, China, Grecia y Roma; sin embargo, estos barcos
eran, normalmente, embarcaciones militares o comerciales con
aditamentos de lujo. Los primeros barcos diseñados
exclusivamente para el recreo fueron encargados por la nobleza
y los comerciantes holandeses, a principios del siglo XVII.
La palabra yate es un diminutivo de la palabra holandesa jachtschiff
(‘barco de caza’), un velero muy manejable que
tenía entre 14 y 20 m de eslora. Más tarde,
en el siglo XVII, Carlos II popularizó el deporte
en Inglaterra después de recibir un yate como regalo
del pueblo holandés. En 1720, la primera organización
formal de entusiastas de los yates, el Cork Water Club, ahora
Royal Cork Yatch Club, fue fundado en Irlanda. La organización
más antigua todavía existente es el Royal Yatch
Squadron, fundado en 1815 en Cowes, en la isla de Wight, con
el nombre de Royal Yatch Club of England.
El
yate estadounidense America ganó una regata internacional
en Cowes en agosto de 1851, lo que sirvió de estímulo
para los navegantes de este país. La Copa América,
un trofeo llamado así en honor al yate del mismo nombre,
se convirtió en el premio más famoso después
de ser entregado al New York Yatch Club en 1857. El trofeo
pasó de Estados Unidos al Royal Perth Yatch Club de
Australia en 1983, pero en 1987 fue recuperado por Estados
Unidos.
La navegación
con yates vivió una auténtica revolución
en el siglo XIX por la aparición de varios tipos de
embarcaciones propulsadas a motor. El desarrollo posterior
de propulsión para los barcos se aceleró tremendamente
tras la exitosa demostración en 1887 de un barco propulsado
por un motor de combustión interna de dos cilindros.
La vela
se fue trasformando gradualmente, comenzando en 1890, con
el desarrollo de la clase única, cuyos barcos entre
2 y 12 m de eslora y relativamente baratos de construir
y mantener en comparación con otros barcos, atrajeron
a miles de entusiastas de la vela.
Navegación
deportiva moderna: Los últimos años del siglo
XIX y las primeras décadas del siglo XX supusieron
el comienzo de los grandes yates a motor, muchos de los cuales
rivalizaban en lujo con líneas comerciales. Al mismo
tiempo, los constructores de yates produjeron barcos a un
precio módico, equipados con motores de combustión
interna. A pesar de la creciente popularidad de los barcos
con motor, los barcos de vela dominaron el deporte hasta el
final de la II Guerra Mundial. La Copa América
continuó y se desarrollaron competiciones de pequeñas
embarcaciones de clase única, como Sunfish, Laser,
Lightning, Star, Optimist y Snip de mayor tamaño.
También
se dieron cambios significativos en la propulsión de
los yates. Por razones económicas, los vapores enormes
de principio de siglo fueron reemplazados gradualmente por
cruceros con cabina, más pequeños y menos costosos,
equipados con motores de gasolina o diesel.
Después
de la II Guerra Mundial, los yates de vela y de motor,
adquirieron una popularidad sin precedentes entre los aficionados
a este deporte, gracias a un aumento general de los ingresos
personales, y la producción en serie de muchos tipos
de barcos de bajo coste: el uso de la fibra de vidrio y el
aluminio para los cascos y el nailon para las velas redujeron
los gastos de mantenimiento. Además, muchos propietarios
de barcos pequeños transportaban sus embarcaciones
en un tráiler desde una zona a otra.
A finales de la década de 1980, millones de personas
de todo el mundo participaban en actividades de recreo con
yates, tanto en aguas interiores como en oceánicas.
Miles de puertos deportivos se establecieron para amarrar
los barcos y satisfacer sus necesidades.
|